El acné es una enfermedad de la piel causada por inflamación e infección de la unidad pilosebacea. Esta
muy difundida en la población mundial y puede llegar a afectar hasta el 80% de los adolescentes, pero
también y en menor frecuencia entre el 2% y el 10 % de los adultos.
Se caracteriza por la aparición de comedones (puntos blancos o negros), pápulas (granitos), pústulas
(granitos con pus), quistes, abscesos (forúnculos), y en las formas más severas, úlceras y costras (acné
necrótico).
Estos últimos casos pueden dejar como secuelas cicatrices, depresiones en la piel (pocitos) y manchas
oscuras o claras, dependiendo del fototipo (color de la piel). Así, en las personas de piel clara
predominan cicatrices más claras y en los de piel de color más mate o morenos, manchas oscuras.